¿Por qué sustentabilidad?

Somos conscientes de que nuestro planeta enfrenta retos cada vez más profundos en todas sus dimensiones: económica, social y ambiental. Las sucesivas crisis económicas, las desigualdades sociales y la degradación del medio ambiente nos evidencian que proseguir con los actuales patrones de producción, energía y consumo no resulta viable.

Esto se debe principalmente a que los recursos naturales no son infinitos y la capacidad del planeta para asimilar los residuos provenientes de la acción humana tiene sus límites, mientras que en gran parte estas consideraciones no han sido incluidas en los ciclos de producción y consumo. Los intensos cambios en el uso del suelo han llevado a pérdida de biodiversidad, contaminación, alteración de los ciclos naturales y problemas a la salud humana. En adición, el último informe del IPCC^[1] muestra información contundente de que la influencia humana en el cambio climático es inequívoca, y sus consecuencias son manifiestas: incremento en la frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos, epidemias, incendios forestales, pérdida de recursos naturales y de cultivos, con consecuencias en la economía y en la sociedad. Es por todo esto que muchos autores adhieren al concepto de Antropoceno^[2] propuesto por Crutzen (2002), para describir a esta nueva era en la cual el ser humano se ha convertido en un agente geológico con capacidad de alterar las condiciones estables del planeta perjudicándose incluso a sí mismo.

El concepto de desarrollo sostenible comenzó a gestarse en los años 70’ en medio de fuertes críticas al modelo productivo vigente y una preocupación creciente por el cuidado del medio ambiente, aunque fue definido por primera vez en 1987, en el icónico documento de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo llamado Informe Brundtland^[3]. El mérito de este reporte fue instalar en la agenda mundial un activo debate entre medio ambiente y desarrollo económico, y convertir al mismo tiempo al concepto de desarrollo sostenible en una meta global.

El desarrollo sostenible fue descrito como aquel desarrollo sustentable en el tiempo, que permita satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones en atender las suyas.

La palabra sustentabilidad proviene del verbo latín sustentãre que significa apoyar, acompañar, cuidar. En la actualidad, sustentabilidad y sostenibilidad se utilizan como sinónimos, debido a variaciones en las traducciones del inglés del término desarrollo sostenible, del cual proviene su uso. Una representación simplificada y ampliamente difundida del mismo reconoce tres dimensiones integradas sistémicamente: social, ambiental y económica; las cuales persiguen los objetivos de bienestar social, integridad ecológica y desarrollo económico, respectivamente.

El sector privado es clave para lograr el desarrollo sostenible, tanto a nivel internacional como local. Y esto tiene un doble significado. Por un lado, le brinda a las empresas la oportunidad de convertirse en agentes de cambio, entendiendo que no podrán ser exitosas en sociedades colapsadas.

Por otro lado, al incorporar la sustentabilidad a sus organizaciones, las empresas acceden a nuevas oportunidades de negocio que deben identificar y aprovechar. Aquellas que sean capaces de ofrecer soluciones innovadoras y cambios transformadores encontrarán un escenario de mercados en expansión.

Toda actividad productiva genera impactos económicos, sociales y ambientales, que involucran no sólo a la organización y a sus clientes, sino también a otros actores de la comunidad y al ecosistema que le brinda el soporte biofísico. Como primeros pasos para asumir el compromiso hacia la sustentabilidad, debemos identificar los recursos naturales y actores sociales involucrados, sus necesidades, los impactos positivos y negativos que les pudiéramos generar, y en consecuencia diseñar y llevar adelante medidas de prevención y mitigación de daños, como así también formas de potenciar aquellos impactos que son positivos.

“Una sociedad sustentable es aquella que puede persistir a través de generaciones, que es capaz de mirar hacia el futuro con la suficiente flexibilidad y sabiduría como para no agotar su sistema físico y social de apoyo.^[4]”

Creemos en la sustentabilidad como modelo de desarrollo: con viabilidad ecológica, justicia social y consecuente productividad económica. Un mundo sustentable es posible, necesario y beneficioso para toda la comunidad. Un cambio de paradigma sistémico y productivo hacia un desarrollo verdaderamente sostenible e inclusivo ya no es una opción, sino un imperativo colectivo, y para poder alcanzarlo todos los actores de la comunidad debemos trabajar en pos de la sustentabilidad. Nosotros te acompañamos en este camino.

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^[1] Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC. 2021: Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change.

^[2] CRUTZEN, Paul. 2002. Geology of mankind. En: Nature Vol. 415 3.

^[3] Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. 1987. Informe “Our Common Future”.

^[4] MEADOWS, Donella. 1992. Más allá de los límites del crecimiento. México, Editorial Aguilar.